Los guisos, los arroces y las carnes cocinadas con verduras y hortalizas cultivadas en la isla son la base de una cocina típica arraigada a las texturas, a los aromas y a los sabores de la dieta mediterránea. Las carnes de cordero, cerdo y pollo son combinadas con embutidos, como la sobrasada y la butifarra, para conformar platos tan tradicionales como el sofrit pagès.
La frita de cerdo, el arroz de matanzas o la frita de pulpo son otras de las combinaciones perfectas que ofrece el recetario ibicenco. El bullit de peix, un guiso de pescados, patatas y verduras, aderezado con alioli, y al que le sigue un arroz a banda, es el plato de mar por excelencia. La borrida de ratjada, que tiene a la raya como protagonista, y los pescados frescos al horno son también una opción muy valorada por los amantes del producto de primera calidad.