Los hoteles rurales, inmersos en plena naturaleza, de la isla de Ibiza desprenden un encanto mágico que los convierten en lugares exclusivos, modernos y confortables. Ofrecen multitud de servicios y tratamientos para relajar cuerpo y mente y poder olvidarse del ajetreo de la rutina diaria, desconectando y olvidándose del mundo exterior.
Rodeados de fincas agrícolas y árboles frutales, estos establecimientos están conformados por rincones especiales y bucólicos de los que se puede disfrutar, en la mayoría de los casos, durante todo el año.
Desde complejos con decenas de habitaciones a pequeños agroturismos, a todos les une su apuesta por una gastronomía mediterránea, con productos de la isla y, muchas de las veces, cultivados por los propios propietarios de estos establecimientos de ensueño.
La atención personalizada hará de su estancia unas vacaciones inolvidables que deseará volver a repetir.
