Las raíces de la cultura de Formentera son profundas y están unidas a una forma de ver y vivir un entorno sometido a una gran sobriedad. En el siglo XVIII, la referencia cultural era la tradición oral de cant y ball pagès, que se ha ido trasmitiendo de generaciones en generaciones. Hoy los formenterenses siguen viviendo de sus fuentes mediterráneas.
Para mantener el legado de varios siglos, diversos colectivos ciudadanos velan por su mantenimiento. Existen varios grupos de baile folclórico como Es Pastorrells y Es Xacoters, que actúan en cada una de las fiestas patronales. De la misma forma que se mantienen las cantadas payesas.
Toda esa tradición está unida a una arquitectura de varios siglos que se conserva y a una gastronomía propia que algunos restaurantes locales promueven, donde destacan los productos locales, de la tierra y del mar. El conjunto constituye el ADN insular.