Sant Antoni tiene atractivos para todos los gustos y todos los públicos. Disfrutar de una excursión a pie o en bici, zambullirse en las aguas cristalinas o presenciar una mágica puesta de sol son algunos de los planes de obligado cumplimiento.
1. Idílica naturaleza
El pla de Corona, en Santa Agnès, o el manantial de es Broll son excursiones obligadas.
En el caso de Santa Agnès, el visitante podrá disfrutar en enero y febrero de una planicie teñida de blanco por las flores de los almendros. Un espectáculo natural imprescindible.