La libertad de cada pareja para organizar y soñar el día más especial de sus vidas forman parte de la idiosincrasia nupcial en la isla. Las parejas buscan organizar celebraciones románticas, bien en la playa, en agroturismos o al aire libre y con estilos que van desde el ibicenco al hippie, pasando por el vanguardista o el clásico.
Aun así, hay un estilo que define la ‘boda ibicenca’ basado en el blanco, las prendas ligeras, tejidos naturales, encajes y transparencias, que llevan el sello nupcial de Adlib y que ya ha traspasado fronteras. En las bodas ibicencas, el color blanco es común para novios e invitados como sinónimo de naturalidad y libertad, características propias de la isla.
El ritual de la ceremonia varía según la cultura y tradición de los novios y va desde una iglesia a un establecimiento rural. Para la decoración, los novios se decantan por elementos marinos, flores, plantas o detalles naturales que aportan un toque personal y romántico al lugar.